viernes, noviembre 22

La festividad de la miniatura se apodera de la ciudad de La Paz

ALASITA

Hoy, 24 de enero, marca el inicio de una festividad única y colorida: la Alasita. Las calles de la ciudad de La Paz se abarrotan de comensales, quienes a través de las miniaturas abren puertas a grandes sueños; es que este evento anual, arraigado en la rica cultura boliviana, no solo celebra la tradición y la artesanía, sino también simboliza la esperanza y la prosperidad para el año que comienza.  

El 6 de diciembre de 2017, los recorridos rituales en La Paz, durante la Feria de la Alasita, fueron inscritos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

En la tradicional muestra, los artesanos exponen en sus coloridos puestos miniaturas de todo lo que uno pueda imaginar: desde billetes hasta electrodomésticos, pasando por diplomas y automóviles. Parece un mundo alterno al real, donde lo pequeño se convierte en el portal hacia grandes aspiraciones.

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La FC-BCB promocionará la oferta bibliográfica de los repositorios nacionales y centros culturales dependientes de la fundación. | Foto: FC-BCB

La festividad no solo se trata de adquirir miniaturas, sino también de someterse a rituales simbólicos. La adquisición del Ekeko, el dios mítico de la abundancia, es esencial. Los devotos dan ofrendas a esta pequeña deidad con la esperanza de asegurar prosperidad y bienestar.

En medio del bullicio, los aromas tentadores de la comida tradicional boliviana llenan el aire. Desde el plato paceño con su llajua preparada con wakataya y quirquiña, hierbas que hacen agua la boca al degustar, y ni qué decir de otras delicias como el api con pastel, el anticucho, entre otros alimentos que seguro a más de uno hacen quebrantar el quinto mandato de los siete pecados capitales: la gula.

Es que la Alasita es un festín para los sentidos. Los vendedores ambulantes ofrecen delicias culinarias, brindando a los visitantes la oportunidad de saborear lo mejor de la gastronomía local.

Pero la feria no es el único atractivo de la fiesta de la abundancia. Diversas instituciones promueven actividades y rituales para vivir con fe la rica herencia cultural.

La Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB) promueve dos eventos para salvaguardar y proteger la festividad: La Alasita artística 2024 y la segunda versión de la Ch’iti Feria del Libro, con los cuales se pretende rescatar la tradición de la miniatura que se celebra en el solsticio de verano.

Aproximadamente a las 10.30 se inauguraron las actividades con la presencia del destacado cantautor Manuel Monroy Chazarreta, más conocido como el ‘Papirri’, en la Casa Museo Inés Córdova y Gil Imaná.

La Alasita no es solo una festividad, es un vínculo con el pasado, un puente hacia el futuro y, sobre todo, una celebración de la vida en miniatura que nos rodea, recordándonos que cada pequeña elección y deseo tiene el poder de transformarse en algo significativo y trascendental.