El joven que fue hallado sin vida en el botadero de La Paz iba a salir bachiller este año. Su familia pide justicia.
Mientras Miguel era enterrado, los cinco acusados de su muerte fueron puestos ante la Justicia, que, tras una audiencia de medidas cautelares, determinó su detención preventiva en centros de orientación; todos son menores de 21 años. La víctima lo era también, iba a salir bachiller este año.
“Se ha desarrollado la audiencia de medidas cautelares de los cinco adolescentes que se encontraban aprehendidos; en esta situación el Juzgado de la Niñez y Adolescencia ha determinado la detención por 90 días en el centro de orientación para varones para los adolescentes varones y en el centro de orientación de mujeres, para las adolescentes”, informó la fiscal Verónica Miranda.
En estos días se suponía que sería el acto de bachiller de Miguel, que finalmente lograba terminar el colegio y ya soñaba con el futuro de sus estudios. No obstante, el 4 de diciembre todo cambió. Ese día el joven de 18 años se despidió por última vez de su hogar y salió rumbo a una práctica para el acto de su colegio.
MIGUEL
Sin embargo, pasaron las horas y él no retornaba. Su familia, desesperada, empezó la búsqueda y se sumó la Policía. Las indagaciones terminaron de la peor manera esta semana, el cuerpo de Miguel Ángel Chocamani fue hallado en el botadero municipal de La Paz, ubicado en Sak’a Churu.
Los responsables de este crimen serían los propios compañeros de Miguel, aquellos que consideraba amigos y con quienes se habría ido ese día a una vivienda de la ciudad de La Paz. Las investigaciones apuntan a que el joven tuvo una gresca y cayó desde el sexto piso del inmueble; luego las personas con las que estaba, presuntamente escondieron el cuerpo y lo dejaron en un contenedor de basura para deshacerse de él.
Cinco compañeros de Miguel fueron aprehendidos y ahora deben cumplir detención preventiva, dos mujeres y tres varones. “Sin embargo, todavía tenemos que realizar la inspección técnica ocular, la luminiscencia y tomar la declaración a los diferentes testigos que existen”, afirmó la fiscal.
Una colección de imágenes de cámaras de seguridad es parte de los actuados que planifica el Ministerio Público.
Para la familia no hay consuelo. La fiesta de graduación se convirtió en el velorio y el entierro de Miguel; su mamá no podía contener el llanto y los gritos de desesperación cuando este martes, en el Cementerio General, se enterró a su hijo.
Fuente: La Razón