domingo, noviembre 24

Cochabamba: Un hombre es asesinado con un disparo en la cabeza

Cochabamba

En la región del Trópico de Cochabamba, los actos de violencia no cesan. Esta zona con potencial turístico ha registrado un aumento de hechos delictivos, secuestros y asesinatos, según los informes policiales que se han dado a conocer a lo largo de este año. 

La madrugada del martes, se encontró muerto a Pascual C., de 36 años, en su domicilio, ubicado en el Sindicato 10 de Febrero del municipio de Entre Ríos. Presentaba un disparo en la cabeza. Actualmente, se está llevando a cabo una investigación para determinar si se trata de un asesinato u otra situación.

El día anterior, el 11 de diciembre, Ever G.D., de 28 años, fue acribillado en el interior de un vehículo sin placa en el Cruce Palmar, en Entre Ríos. Su cuerpo, con múltiples disparos de arma de fuego, especialmente en el rostro, fue encontrado alrededor de las 08:00 en el asiento del copiloto. Su padre llegó al lugar del crimen y, en una entrevista con Televisión Mamoré-Entre Ríos, reveló que Ever se encontraba de vacaciones en Bolivia después de trabajar en Brasil junto a su pareja en la confección de prendas de vestir. Solo había regresado al país dos semanas antes.

La última información que tenía sobre su hijo era que estaba compartiendo bebidas alcohólicas el domingo con amistades. La gente del lugar afirma que estaba junto a Zenón R.M., y se especula que él pudo haber sido secuestrado.

Este acto violento también está siendo investigado, ya que aún no se ha identificado al autor o autores.

Nueve días antes, el 2 de diciembre, otro asesinato tuvo lugar cerca del Coliseo de Ivirgarzama, donde un joven, de 22 años, fue tiroteado. Se sospecha que tres hombres están involucrados en este suceso, aunque el caso todavía está en etapa de investigación.

Casi tres meses antes del asesinato de este joven, el 7 de septiembre, Boris Y.S. fue asesinado a tiros mientras almorzaba con su pareja en un restaurante en el municipio de Entre Ríos. Un vehículo llegó al lugar y un individuo descendió del mismo para disparar contra el hombre, causando su muerte, y luego huir. Su pareja, Thalia D.M.H., de 22 años, tomó el teléfono móvil de la víctima y trató de esconderlo, lo que llamó la atención de la Policía y llevó a su arresto. La justicia ordenó su detención preventiva en el penal de San Sebastián mujeres debido a las fuertes sospechas de su posible complicidad. La víctima había sido señalada como miembro de una banda de secuestradores que sembraba terror en el Trópico.

El 2 de junio, José C.P., de 22 años, murió por tres disparos de arma de fuego. Todo comenzó cuando salió a cenar con una adolescente, de 16 años, en Ivirgarzama. Según la menor de edad, este joven intentó abusarla sexualmente, lo cual la llevó a pedir ayuda a su compañero (17). En respuesta, este amigo acudió al lugar acompañado de su amigo (18). La situación se volvió violenta cuando el menor de edad y el presunto agresor se enfrascaron en una pelea. Dado que el primero estaba siendo reducido, su acompañante disparó tres veces, resultado en la muerte del entonces sindicado. Tres días después, el 5 de junio, José fue hallado sin vida.

El 11 de mayo, Karol R.R. (de 25 años) y Rodrigo T.M. (26) fueron encontrados sin vida al interior de un vehículo blanco en la comunidad Nueva Zelanda de Chimoré. Por los testimonios de familiares, se conoce que la pareja acribillada manejaba en reserva sus actividades. 

SECUESTROS 

Al menos 13 secuestros se han registrado en lo que va del año en el Trópico de Cochabamba. 

Uno de los casos ocurrió el 29 de abril, cuando Michael, de 23 años, fue sacado a la fuerza de un local de Shinahota por cinco encapuchados armados. Los secuestradores contactaron a su padre exigiendo un rescate inicial de un millón de dólares, pero después de negociaciones, la cifra se redujo a 50 mil dólares. Michael fue liberado después de 57 horas de cautiverio.

El 16 de mayo, padre, hijo y un trabajador fueron secuestrados en Bulo Bulo. Los delincuentes pedían un rescate de 100 mil dólares. Se indicó que inicialmente dejaron en libertad al empleado, y como este no retornaba al lugar con el dinero, soltaron al empleador. El hijo, que estaba enmanillado a un árbol, logró liberarse y escapar.

Un adolescente fue aprehendido con fines investigativos, quien habría revelado que le pagaban 2 mil dólares por cada secuestro y que el clan estaría compuesto por al menos 16 personas.

Dos días después, el 18 de mayo, el viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, presentó a la banda responsable de estos secuestros, quienes estarían relacionados con al menos ocho casos más en la región, algunos de los cuales no fueron denunciados por temor a represalias. Los sospechosos tenían antecedentes por delitos relacionados con drogas y armas.

El 17 de junio, Diego Armando fue secuestrado, mientras se dirigía a Eterazama desde su domicilio en Villa Tunari. Dos días después, fue liberado sin pagar rescate. Los secuestradores afirmaron que Diego les debía dinero.

El 21 de junio, un hombre de 40 años, Tomás, fue interceptado por siete delincuentes armados en el barrio San Francisco de Entre Ríos. La familia de Tomás no tenía intenciones de acudir a la Policía, pero un funcionario de la Alcaldía solicitó su intervención. A pesar de las dificultades de comunicación entre la Policía y la familia, se logró la detención de una sospechosa y la posterior liberación de Tomás.

Incluso los niños han sido víctimas de este delito. El 15 de agosto, un menor, de 12 años, fue secuestrado por un grupo de enmascarados en Ivirgarzama. Fue liberado después de dos días.

A finales de agosto, el 28, se produjo un doble secuestro en Antofagasta de Villa Tunari, en el que dos hermanitos, de 4 y 6 años, fueron secuestrados por hombres armados y encapuchados. Fueron liberados en menos de una hora, probablemente debido a la presencia policial en la zona.

REFUERZO

Ante los recientes crímenes, el Comando Departamental de la Policía de Cochabamba ha reforzado su equipo de investigación en el Trópico y ha enviado personal especializado, del Departamento de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI) y del Centro Especial de Investigación Policial (CEIP), para esclarecer estos hechos.

Fuente: Opinión