El presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca arribaron este jueves al municipio de Tiwanaku, ubicado a 76 kilómetros (km) de la ciudad de La Paz, para presentar el Informe del Vivir Bien del Estado Plurinacional.
“Nos trasladamos a nuestro querido municipio de Tiahuanacu, en #LaPaz, para celebrar el Illapacha, tiempo de la fertilidad y abundancia, y presentar nuestro informe del Vivir Bien del Estado Plurinacional de #Bolivia”, publicó Arce en sus redes sociales.
Según el Ministerio de Culturas, cada 21 de diciembre se celebra la Illa e Ispalla en torno a la fiesta de Illapacha, que significa el tiempo de lluvia en la vida de Los Andes y una expresión de agradecimiento a la Pachamama “por darnos alimentos que provienen de la producción agrícola y pecuaria”.
En cada una de las comunidades existen diferentes manifestaciones culturales en agradecimiento a la Madre Tierra y “las mismas deben ser revitalizadas y transmitidas de generación en generación”.
En la oportunidad, Choquehuanca convocó a los pueblos originarios del mundo a construir hermandad y un movimiento “para defender la vida, para volver al camino de la complementariedad y del equilibrio”, con respeto a la Madre Tierra.
“Hoy día con este informe del ‘Vivir Bien’ llamamos no solamente a los aimaras, quechuas, guaraníes, chiquitanos, quienes formamos el Estado Plurinacional, sino también convocamos al mundo, desde Tiahuanaco, desde este centro energético, a construir hermandad”, expresó.
El dignatario de Estado enfatizó que en esta importante fecha se celebra el encuentro “con nuestras illas” y el retorno al camino de la hermandad, de la unidad, de la armonía y del equilibrio.
El acto protocolar de presentación del Informe del Vivir Bien del Estado Plurinacional, se desarrolla en el Complejo Arqueológico, con el acompañamiento de representantes de organizaciones sociales, autoridades de Tiwanaku, diplomáticos, entre otros invitados.
La actividad comenzó a aproximadamente de las 04.00 de la madrugada de este jueves, arrancó con una ofrenda a la Pachamama y estuvo amenizada por danza y música autóctona de los pueblos originarios.