“Fuerzas oscuras y antipatrióticas” internas y externas conspiran contra la integridad del país, a través de operaciones híbridas, “como golpes suaves” y el sabotaje a la economía mediante siembra de zozobra, denunció este viernes el presidente Luis Arce.
“Sin disimulo alguno quieren controlar el litio, las tierras raras, el agua dulce y otros recursos estratégicos (…). Buscan detener el progreso del país, impedir que el pueblo sea dueño de los recursos estratégicos y participe mediante una democracia ampliamente participativa en las decisiones de Gobierno”, advirtió el jefe de Estado.
Explicó que, mediante rumores y percepciones falsas, tácticas de potencias imperiales, pretenden mostrar a Bolivia como un Estado “fallido”.
“(Tienen) el infame propósito de balcanizarnos, pretendiendo que el proceso de la revolución democrática popular e industrializadora fracase. No en vano, alientan una incesante campaña para socavarlo, al sembrar una falsa imagen de sus logros y potencialidad, olvidando que las experiencias neoliberales debilitaron completamente el poder nacional”, enfatizó.
Sin embargo, remarcó que el modelo económico boliviano busca fortalecer y potenciar lo nacional, dando valor agregado a los recursos estratégicos, para una integración a los espacios globales en mejores condiciones de conexión y de transporte, proyectando a Bolivia a los puertos estratégicos.
“Potenciar nuestra economía a través de la industrialización de nuestros recursos, tendrá el efecto no solo de mejorar la calidad de vida y empleo de la población, sino que también se traducirá en el mejoramiento de las capacidades materiales de la Fuerza Aérea y del conjunto de las Fuerzas Armadas con fines disuasivos”, manifestó Arce, durante el aniversario 72 del Colegio Militar de Aviación.
Asimismo, explicó que la construcción de políticas de Estado que aseguren el cumplimiento de los grandes objetivos nacionales permanentes de bienestar colectivo y de retorno a la condición marítima, permitirá blindar la economía boliviana de los “vaivenes de la crisis económica mundial, engendrada por la incapacidad de las potencias imperialistas de solucionar los conflictos por la vía pacífica, azuzando guerras internas e internacionales”.