lunes, noviembre 25

Empresarios de La Paz ven como positivo uso de activos digitales para el desarrollo económico

Bitcoin

El presidente de la Federación de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP), Rolando Kempff, calificó de positivo el uso de activos digitales en el comercio y aseguró que ese tipo de herramientas coadyuvan al desarrollo económico.

“Todo lo que significa sistemas de pago coadyuva al desarrollo económico del país. Y este sistema de pago también coadyuva a ese propósito, donde se va a agilizar la economía, se va a mover el comercio y es algo muy importante”, dijo.

El Banco Central de Bolivia (BCB) habilitó el uso de canales e Instrumentos Electrónicos de Pago (IEP) para operaciones de compra y venta de activos virtuales que coadyuven al fortalecimiento de actividades financieras y comerciales en el país.

La medida fue autorizada con la Resolución de Directorio N°084/2024 del 25 de junio, que dejó sin efecto la Resolución de Directorio N° 144 del 15 de diciembre de 2020, que prohibía a las “entidades financieras el uso, comercialización y negociación de criptoactivos en el sistema de pagos nacional, por no constituirse estos en moneda de curso legal en el país”.

Es decir, de acuerdo con el presidente del ente emisor, Edwin Rojas, con esta medida que autoriza el “uso de activos digitales” en el sistema financiero boliviano, se beneficiará a los sectores productivos y comerciales.

“Es un tema que nos lo ha ofrecido el Banco Central y vamos a proceder a utilizarlo (…). Todo lo que es sistemas de pago a través de la web, del teléfono móvil, de diversos medios, son importantes”, afirmó Kempff.

Según el BCB “hay una gama de activos digitales”, como el Bitcoin, que le permiten al usuario comprarlos para generar rentabilidad, pero también pérdidas; y las criptomonedas estables o Stablecoin.

No obstante, en Bolivia la única moneda de curso legal es el Boliviano, conforme a la Ley 901 de 28 de noviembre de 1986.

Un activo virtual no es una moneda de curso legal, no es efectivo y no existe obligación, por parte de la población, para recibirlos como medio de pago, por lo que los riesgos inherentes al uso y comercialización de los mismos serán asumidos por los usuarios.