Ronald MacLean, exministro de Hugo Banzer y exalcalde de La Paz, reveló que varios líderes de oposición eligieron a la ciudad de Washington, capital de Estados Unidos, para alcanzar “un pacto político secreto” en la perspectiva de conformar un bloque de unidad contra el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) y así enfrentar las elecciones presidenciales de 2025 y tomar el mando de la nación.
“Yo sé que Samuel (Doria Medina) estuvo aquí en Washington y que se ha firmado un pacto secreto entre dos o tres candidatos tradicionales para hacer sus cosas”, dijo MacLean, quien fue también asesor del ultraderechista Fernando Camacho en las elecciones generales de 2020, al programa Cabildeo, de Amalia Pando.
Las reuniones en Washington, como la que describe la exautoridad, que radica también en esa ciudad, se desarrollan normalmente al amparo de la Casa Blanca y el Departamento de Estado previo acuerdo político “trabajado” por la Embajada de Estados Unidos en Bolivia, señaló una fuente cercana al tema.
Para MacLean, ese tipo de encuentros políticos no deberían estar “cerrados entre cuatro paredes”.
Transparencia
En su opinión, esas reuniones deben ser “democráticas, abiertas y transparentes”.
“Bueno, esta cosa no puede ser entre tres o cuatro paredes, no puede ser ‘yo te doy’, ‘tú me das’, ‘este ministerio para ti’. Esto tiene que ser abierto, ventilado, transparente, democrático”, dijo en la última parte del programa, sin que le preguntaran del asunto, que fue emitido por redes sociales.
Bajo ese contexto, el exministro de Banzer (1997-2001) y excandidato presidencial de Acción Democrática Nacionalista en 2002, pidió a los líderes políticos de oposición buscar los canales correspondientes para obtener la “unidad nacional” dejando de lado, remarcó, “las diferencias internas”.
“Tanto Manfred (Reyes Villa) como Samuel (Doria Medina), Carlos Mesa, Tuto (Quiroga) y el mismo (Fernando) Camacho, desde el presidio, tienen que darse cuenta de que este es un momento de unidad nacional y el país necesita reencontrarse y parar esta lucha interna y dejar de dividirnos. Aquí la unión hace la fuerza, y de eso tienen que darse cuenta todos los candidatos”, dijo.
Debra Hevia
El acuerdo opositor llega luego de menos de seis meses en que Debra Hevia asumió como encargada de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en Bolivia.
La diplomática fue parte de un centro de operación de estrategias de Inteligencia para desestabilización, que operó en el país luego de la expulsión de Philip Goldberg en 2008.
Con su amplia sonrisa, sus lacios cabellos castaños y gafas carey, Hevia, casada con un boliviano, parece una maestra de primaria. Así es como el Departamento de Estado de Estados Unidos diseñó su perfil para publicarlo en sus redes sociales y cuentas oficiales en internet junto al anuncio de su nuevo cargo en Bolivia: Encargada de Negocios.
Ese es el rango diplomático de mayor importancia en Bolivia, mientras no se oficialice entre ambos Estados la reposición de embajadores.
Perfil
Para generar simpatía, Hevia compartió un video hablando del Illimani, las marraquetas, la hospitalidad boliviana y mostrando el fabuloso salar de Uyuni.
Pero esta mujer de apariencia de maestra de escuela, experta diplomática con el grado de ministra consejera, tiene una colosal experiencia.
Es experta en asuntos latinoamericanos, conoce en profundidad el problema del narcotráfico, los derechos humanos y las libertades individuales, y cumplió delicadas misiones del servicio exterior en Bolivia, Nicaragua, Panamá y Ecuador.
Trabajó además en la Oficina de Asuntos Centroamericanos y en el oscuro Centro de Operaciones del Departamento de Estado, que se caracteriza por ser un espacio de diseño de estrategias de desestabilización.
Habla español, rumano, eslovaco y holandés. Antes de su especialización en América Latina fue consejera política en Bucarest, Países Bajos y Eslovaquia.
Un gran currículo diplomático para una relación sin embajadores desde 2011.
El gobierno de Luis Arce rechazó actos de intromisión en asuntos bolivianos
En un acto de abierta hostilidad e intromisión en los asuntos internos de Bolivia, el Departamento de Estado de los Estados Unidos emitió el mes pasado un informe “unilateral y tendencioso” sobre la situación de los derechos humanos en nuestro país.
Este documento, lejos de reflejar una realidad objetiva, constituye un flagrante ataque a la soberanía de la nación boliviana, señaló en su momento el Ministerio de Relaciones Exteriores.
El gobierno del presidente Luis Arce expresó su enérgico rechazo a este informe “que distorsiona la realidad nacional y omite deliberadamente los avances significativos que Bolivia ha logrado en materia de derechos humanos”.
“Los programas implementados para fortalecer la protección de los derechos de la niñez, la adolescencia, los adultos mayores y otros grupos vulnerables son prueba tangible del compromiso inquebrantable del Estado Plurinacional con el respeto y la promoción de los derechos fundamentales”, aclaró en su momento el Ejecutivo.
Fuente: Ahora El Pueblo